Los radares son como los playboys de playa,
dicen que vienen con buenas intenciones pero solo quieren clavártela
Los
mismos que prometían pancarta en mano bajar los impuestos, han
acribillado a los vecinos con multas minuciosas, y se muestran
inclementes cuando se solicita en pleno anular aquellas multas, que con
la entrada de los nuevos límites de velocidad, dejarían de ser
sancionables.
Toca pagar, para que el alcalde siga con sus comidas de
alcaldía, 1100€ afloraron en el último pleno por este concepto. Algunos
menús de hasta 70€. Explicaciones al pleno, ninguna.