5 ago 2012

ICxP MIRANDO PARA OTRO LADO


La crisis y los recortes han sacado a la luz el chiringuito que muchos políticos han montado y que ensucia aún más si cabe la imagen de una clase política que según la última encuesta del CIS son considerados un problema por tercer año consecutivo. La política es necesaria, pero esta debe ir acompañada de buenos y honrados políticos. Algo que en España no abunda.

Lejos de hacer autocrítica, la clase política en general y la de Paracuellos en particular tiende a parapetarse tras el escudo protector de su legitimidad. No parece ir con ellos, ni asumen responsabilidades por las irregularidades detectadas en auditorías, los casos de enchufismo despilfarro en sueldos y clientelismo político, que dejan entrever, que los políticos que dirigen el chiringuito municipal, han dejado de hacer política, para favorecer intereses propios en detrimento de los vecinos. Y da igual el color, da igual las siglas. El ejercicio del poder acaba corrompiendo, por lo que se echa en falta mecanismos de control que eviten tantos desmanes.


Y mientras esa conducta no cambie, mientras los garbanzos negros sigan dentro del cocido con la complicidad del resto de concejales del equipo de gobierno, que miran hacia otro lado, seguiremos viendo como la clase política, permanece impávida y ajena a una sociedad que demanda mayor honestidad y transparencia en sus acciones pues al fin y al cabo están gestionando dinero público y sus actuaciones deberían ir encaminadas en mejorar el municipio.

Un ejemplo de conducta poco ética reciente, pudo verse en el pasado pleno, cuando el alcalde prohibió al Concejal de Obras y Servicios contestar una pregunta formulada a través de Participación Ciudadana, mientras el concejal Baturone (ICxP), responsable de esta concejalía, miraba para otro lado. Cacicadas de este estilo, ahora no parecen ser objeto de crítica por parte de quienes antes condenaban situaciones similares. Nos referimos a ICxP.

Pero el sistema está tan degradado, que a todo aquel que no sigue las reglas de apoyar a personajes de dudosa reputación política, es humillado e injuriado. Hay que seguir el juego, y el chanchulleo es lo que se ha impuesto en estos más de 30 años de democracia. 


En lugar de expulsar de la vida política a todos aquellos políticos que han tenido actuaciones fuera del correcto funcionamiento democrático y constitucional, pues en lugar de eso, estos políticos parecen gozar de mayor reconocimiento dentro del partido. Hay que entrar en el juego. De eso sabe bastante Santos Miñambres, concejal del Partido Popular y Santiago Molina ex-concejal de I.U. Ambos criticaron con dureza a sus respectivos líderes y ahora comen del mismo plato.


También hay ejemplos en sentido contrario de políticos que no han querido formar parte de esta pantomima municipal.


Victor Labarquilla, ex-concejal de ICxP tampoco quiso pasar por el aro de apoyar a Fernando Zurita para que realizara un turbio asunto de permutas. Como consecuencia de ello, fue expulsado del partido y humillado con pintadas, pasquines y repudiado por sus compañeros, sin olvidar la quema del vehículo;


LA DEMOCRACIA ES UNA FARSA


“Claro que las propuestas del PP han sido un engaño. Pero solo importan los resultados. Así que han hecho bien en mentir para obtener el Poder, y si lo que hacen funciona, a nadie le importara la mentira”.

No es algo que tenga que sorprender a nadie. Cosas así las oímos cientos de veces al día. La gente ha visto que la democracia es un juego de poderes para imponer estilos de vida civiles y económicos. En la cita anterior puede sustituir PP por PSOE, CiU o cualquier otro. Esta mentalidad del clásico demócrata crea la guerra total de una sociedad enfrentada con el único objetivo de aplastar a una parte de la sociedad para la supervivencia de la otra. En este proceso, el resultado son pérdidas totales, Estado Omnipotente y el gobierno de los lobbies o Capitalismo de Amigotes (Crony Capitalism).

A pesar de que muchos demócratas -la mayoría- admiten con sentencias así que la democracia está basada en el engaño, la mentira y el fraude, aún abogan por ella.
¿Por qué no instaurar una dictadura directamente y nos dejamos de discursos hipócritas? Como los propios demócratas admiten, la democracia es un fraude instrumentado por la fuerza, la violencia y el robo masivo. Y es que evidentemente, la democracia no funciona.